Tener una hermana de siete años. Mastercard diria que no tiene precio.
Que lindo poder llevarla a ver pelis, enseñarle boludeces, hacerle escuchar buena musica, que te siga en lo que haces, reirte de sus ocurrencias, malcriarla a mas no poder, etc etc.
Pero cuando la contracara de eso se traduce a, en menos de doce meses, contagiarme piojos dos veces, creo que estoy pagando un costo muy caro.
Que onda ir a laburar sintiendo que los bichitos se van a pasar a la cabeza de alguien mas o estar todo el dia tratando de vencer el deseo de rascar la cabeza?
O peor aun, tener que pasarme el peine fino de acero, ese que me compro mi vieja cuando tenia diez años y adquirir un "quitoso" contra la pediculosis cuyo contenido es lo mas parecido que vi a una rescatable imitacion de semen, para que luego la cabellera me quede toda pastosa (como probablemente me hubiese quedado en una noche de locuras y acabadas en lugares no tradicionales).
Si suelo odiar a todo el mundo, hoy odio a todos los niños. Hasta que mi hermana no cumpla 13 años, no vuelvo a pisar la casa de mi padre.
Loco, posta, no es puro drama, le dije que no a vernos a mi amante pelirrojo, ni daba que caiga un piojo en sus sabanitas con volados.
Que lindo poder llevarla a ver pelis, enseñarle boludeces, hacerle escuchar buena musica, que te siga en lo que haces, reirte de sus ocurrencias, malcriarla a mas no poder, etc etc.
Pero cuando la contracara de eso se traduce a, en menos de doce meses, contagiarme piojos dos veces, creo que estoy pagando un costo muy caro.
Que onda ir a laburar sintiendo que los bichitos se van a pasar a la cabeza de alguien mas o estar todo el dia tratando de vencer el deseo de rascar la cabeza?
O peor aun, tener que pasarme el peine fino de acero, ese que me compro mi vieja cuando tenia diez años y adquirir un "quitoso" contra la pediculosis cuyo contenido es lo mas parecido que vi a una rescatable imitacion de semen, para que luego la cabellera me quede toda pastosa (como probablemente me hubiese quedado en una noche de locuras y acabadas en lugares no tradicionales).
Si suelo odiar a todo el mundo, hoy odio a todos los niños. Hasta que mi hermana no cumpla 13 años, no vuelvo a pisar la casa de mi padre.
Loco, posta, no es puro drama, le dije que no a vernos a mi amante pelirrojo, ni daba que caiga un piojo en sus sabanitas con volados.